Breno Onetto
Universidad Austral de Chile

Ironía (Vilém Flusser)

Resumen

"Ironía" es un texto del filósofo Vilém Flusser (1920-1991) publicado originalmente en portugués en “Folha de Sâo Paulo” (26/02/1972) y traducido al español por el Dr. en Filosofía, Breno Onetto (Ruhr-Universität-Bochum, Alemania), quien actualmente es profesor de la Universidad Austral de Chile, Valdivia.

 

 

 

 

 

 

 


Bueno es no confundirla con comicidad. Cómico es cuando descubro debilidades en el fuerte. Por ejemplo: cuando Napoleón se cae del caballo. Irónico es cuando descubro que el fuerte es débil. Por ejemplo: que Napoleón perdió en Waterloo, justo cuando pensaba que ganaba la batalla. Por eso, lo cómico es banal, porque descubre lo que todos ya saben. Mas lo irónico puede no ser banal, pues descubre lo ignorado. Y decir que la humanidad es cómica, es decir algo tonto – porque todo el mundo sabe eso. Pero hablar con ironía del destino, aunque sea lugar común, no es necesariamente algo tonto – porque el descubrimiento es siempre penoso.

La ironía es un método retórico, una manera de hablar sobre las cosas. En griego significa: “hablar disfrazado”. Existe la ironía “barata”, que es cuando disfrazamos sin necesidad, o para engañar a los que nos oyen. La ironía “barata” es el método preferido por la demagogia. Pero también existe un cierto tipo de ironía muy querido, que puede agradar a la vista de los ojos. No es fácil la distinción entre los dos tipos. Exige un oído atento.

El llamado “segundo romanticismo” recurre mucho a la ironía. Se trata de aquella generación de burgueses europeos, contemporáneos de la Restauración del reino francés y de la Santa Alianza en Viena. La ironía romántica muestra bien cómo funciona el método: un cuchillo de dos filos. Cuchillo, felizmente esgrimido por los románticos y empuñado románticamente, que corta el romanticismo en pedazos. Muerte del romanticismo. La ironía sería tal vez siempre esto: un arma empleada en aquella batalla llamada “agonía”.

Una prueba aún mejor la suministra la auto-ironía. El débil, para defenderse del fuerte, se corta irónicamente en pedazos. Quizá para demostrar al fuerte cuanto tiene de débil al oprimir lo débil. Otro ejemplo es la ironía judía en los tiempos del nazismo: “barco a remo judío hunde acorazado alemán” y “pastor alemán fue mordido por usurera judía”. Son tantas las situaciones que generan ironía como armas (hay) para la agonía. La ironía es apenas arma de los débiles, pero lo es todavía de los que van a morir, sea en cámaras de gas, sea en los circos. La famosa palma estirada de los gladiadores al saludar al emperador: “¡los que van a morir te saludan!”. Suprema ironía.

Y sin embargo, es un arma que puede ser liberadora. Ya que puede mostrar no sólo cuan débil es el fuerte, sino también cuan fuerte es lo débil. Otro aspecto de la ambivalencia de la ironía. Un poeta checo ha dicho esto: “Ningún pueblo ha muerto aún mientras haya poetas que lo canten” (supongo que tal poeta no está siendo editado actualmente en Praga). Parafraseando (habría que decir): “Ningún pueblo ha muerto aún mientras exista un chiste que decir”. El espíritu sopla donde quiere, y también en la ironía.


É bom não a confundir com comicidade. Cômico é quando descubro fraquezas no forte. Por exemplo: quando Napoleão cai do cavalo. Irônico é quando descubro que o forte é fraco. Por exemplo: que Napoleão perdeu em Waterloo, justamente quando pensava que ganhava a batalha. Por isto, o cômico é banal, descobre o que todos já sabem. Mas o irônico pode não ser banal, ele descobre o ignorado. E dizer que a humanidade é cômica, é dizer besteira - porque todo mundo sabe disto. Mas falar em ironia do destino, embora seja chavão, não é necessariamente besteira - porque a descoberta é sempre penosa.

Ironia é método retórico, é uma maneira de falar sobre coisas. Em grego significa: "falar disfarçado". Existe a ironia "barata", é quando disfarçamos sem necessidade, ou para enganar os que nos ouvem. A ironia "barata" é método caro à demagogia. Mas existe também um certo tipo de ironia tão cara, que pode custar os olhos da cara. Não é fácil a distinção entre os dois tipos. Exige ouvido atento.

O chamado "segundo romantismo" recorre muito à ironia. Trata-se daquela geração de burgueses europeus, contemporâneos da Restauração do reino francês e da Santa Aliança em Viena. A ironia romântica mostra bem como o método funciona: faca de dois gumes. Faca, embora sacada por românticos e brandida romanticamente, que corta o romantismo em pedaços. Morte do romantismo. A ironia talvez seja sempre isto: arma empregada naquela batalha chamada "agonia".

Prova ainda melhor fornece a auto-ironia. O fraco, para defender-se do forte, corta-se ironicamente em pedaços. Talvez para mostrar ao forte o quanto é fraco ao oprimir o fraco. Exemplo outro é a ironia judia nos tempos do nazismo: "barco a remo judeu afunda cruzador alemão" e "pastor alemão mordido por agiota judeu". São tais as situações que geram ironia como arma para a agonia. Ironia não apenas arma dos fracos, mas ainda arma dos que vão morrer, seja em câmaras de gás, seja nos circos. A famosa palma esticada dos gladiadores ao saudarem o Imperador: "os morredouros te saúdam!". Suprema ironia.

E, no entanto, arma que pode ser libertadora. Já que pode mostrar não apenas o quanto o forte é fraco, mas também o quanto é forte o fraco. Outro aspecto da ambivalência da ironia. Um poeta tcheco diz isto: "povo nenhum ainda morreu enquanto poetas o cantam" (suponho que tal poeta não está sendo atualmente editado em Praga). Parafraseando: "povo nenhum ainda morreu enquanto tem piadas". O espírito sopra aonde quer, e também na ironia.

 

Para citar este artículo

Breno Onetto. 2006 . «Ironía (Vilém Flusser)». Documentos Lingüísticos y Literarios